114. La Simiente Divina, el ENS SEMINIS, es precisamente aquella señal que nos identifica con Dios o con el maligno porque él, el Diablo bíblico, es fornicario y peca desde el principio; en cambio, todo aquel que sigue la senda enseñada por el Cristo no peca, no comete pecado, no comete fornicación, porque en él está el ENS SEMINIS, su simiente divina, y no la malgasta en la fornicación.
115. Quien sigue al Cristo es CASTO.
miércoles, 21 de marzo de 2012
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