28. La energía solar contenida en los alimentos no se destruye con la cocción; pero ella es mínima y sólo abastece para mantener la “vida animal” por un tiempo indeterminado.
29. La energía solar es el SOMA de los indostaníes, y su aprovechamiento íntimo y máximo depende de las constantes cocciones en el hornillo del alquimista.
martes, 31 de enero de 2012
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