22. La ENERGÍA SEXUAL es más que una modalidad de energía solar. Es ENERGÍA DIVINAL. Si la criatura humana asimilase en sí la energía contenida en su simiente sexual, se convertiría en un HOMBRE SOLAR, y éste se vería inmune a toda aquella derivación de la ENERGÍA ATÓMICA
23. Un HOMBRE SOLAR puede, sin sufrir molestia alguna, menos daño o contaminación, pasearse entre los letales depósitos de URANIO, así como por aquellos lugares donde se almacenan o desechan los residuos atómicos.
sábado, 28 de enero de 2012
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